Después de asistir al instituto en su ciudad natal, pasó a estudiar filosofía, historia y derecho en la universidad, llegando a obtener el título de doctor en filosofía (en Giessen) y en derecho (en Berlín) en el mismo año, 1871.
Al volver a Rumanía, Xenopol entró en la magistratura, siendo nombrado en 1872 primer fiscal del Tribunal de Iaşi.
Los neokantianos Rickert y Windelbrand veían en ese dominio la clave para revigorar la filosofía en general, mientras que Dilthey consideraba que fundamentar la razón histórica era necesario para resolver la crisis por la cual pasaba la filosofía.
Como ejemplo concreto, Xenopol presenta la evolución del pueblo rumano con los dominios-clave para una nación: etnogénesis, estabilidad, unidad, institucionalidad, demografía, economía, vida política, científica, religiosa y relaciones internacionales.
Los hechos coexistentes se repiten, no cambian, y son objeto de estudio para las ciencias teóricas, mientras que los hechos de sucesión están bajo un cambio constante, no se repiten y dan su especificidad a las ciencias históricas.