Algunas especies de garrapata como Amblyomma americanum inoculan al picar alfa-gal que pasa a la sangre y provoca una respuesta inmune del organismo que fabrica anticuerpos de tipo IgE para neutralizar esta sustancia.
Es preciso recalcar, no obstante, que no todas las alergias a la carne están provocadas por este mecanismo y que la mayor parte de las personas a las que le han picado garrapatas pueden continuar con su alimentación habitual sin presentar ninguna respuesta alérgica.
[1][4][5] Los síntomas consisten en la aparición de fenómenos alérgicos que se manifiestan principalmente en la piel en forma de urticaria y angioedema, o provocan manifestaciones generales (anafilaxia).
También puede estudiarse la presencia en sangre de IgE específica anti alfa-gal.
En el caso de que la leche haya desencadenado en alguna ocasión la sintomatología, se recomienda evitarla.