Alekséi Kaledín
[1] Se lo considera uno de los dirigentes contrarrevolucionarios más eficientes e íntegros.[1] Dedicándose a la carrera militar, se graduó en la Academia de Artillería Mijáilovski en 1882 y más tarde en la del Estado Mayor en 1889.[1] Fue destituido tras la Revolución de Febrero por Alekséi Brusílov por sus declaraciones conservadoras y opuestas a las reformas revolucionarias.[4] El mes anterior, en un congreso nacional cosaco celebrado en la capital, había proclamado la indivisibilidad del país y su intención de continuar la guerra hasta la victoria.una reunión de diversas comunidades cosacas acordó oponerse a los bolcheviques, abogar por la transformación del país en una unión federal y establecer una confederación de huestes (voisko) con sede en Ekaterinodar.[6] Se opuso rotundamente a la Revolución de Octubre y el distrito cosaco bajo su control no reconoció al nuevo Gobierno soviético.[1] Tras la toma del poder por los bolcheviques comenzó a participar activamente en la oposición al nuevo Gobierno, manteniendo contactos con otras destacadas figuras conservadoras en el Ejército.[2] Sus relaciones con otros dirigentes del movimiento como los generales Lavr Kornílov o Mijaíl Alexéyev fueron complicadas.el comité militar revolucionario de Rostov del Don, la principal autoridad de la comarca bajo control bolchevique, rechazó la autoridad del nuevo Gobierno cosaco.[5] y duró seis días,[5] se considera el comienzo de la guerra civil rusa.[12] A pesar de esta situación inestable, en el extranjero los cosacos seguían considerándose una gran fuerza contrarrevolucionaria, y recibieron importantes ayudas como tales.