Promovido a las Provincias de Sonora y Sinaloa con el carácter de gobernador intendente, otorgó el juramento en la Ciudad de México el 8 de agosto de 1796 y el 20 de noviembre siguiente el comandante general de las Provincias Internas, Mariscal Pedro Nava, le impuso el “cúmplase” en Chihuahua a su despacho y prosiguió rumbo a la ciudad de Arizpe a tomar posesión.
Dirigió varias expediciones armadas en contra de los apaches, en 1799 encabezó otra en contra de los seris, llegando hasta la isla del Tiburón con una sección de 500 soldados, cuatro buques y tres canoas hasta que los redujo a la impotencia, obtuvo el grado de brigadier el 2 de octubre de 1802 y cuando estalló el movimiento de independencia en septiembre de 1810, sacó tropas de los presidios militares de su demarcación, organizó milicianos e indios auxiliares y marchó rumbo al sur al encuentro del jefe insurgente José María González Hermosillo.
En la última fecha recibió el mando de las Provincias Internas de Occidente; el rey Fernando VII lo agració con las condecoraciones de las Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo; se negó a reconocer al mariscal Francisco Novella como virrey de Nueva España por considerar ilegal su exaltación y reasumió las facultades de independencia que primitivamente habían tenido los comandantes generales.
Ascendió a teniente general, en la organización del Ejército ordenada por el Poder Ejecutivo Federal se le reconoció el grado de general de división, fue Caballero de la Orden de Guadalupe e inspector general de Caballería.
Más tarde se trasladaron sus restos a la iglesia de los Ángeles.