Los comienzos fueron duros, compartía el local con la tienda de cerámica de su madre, lo que le restaba muchísima visibilidad, se preparaba para obtener su doctorado en ciencias físicas, y además por aquella época colaboraba con Ediciones Martínez Roca.
[4] En 1984 Alejo Cuervo empezó a publicar el fanzine Gigamesh, especializado en literatura de ciencia ficción.
Desde su fanzine y desde el año mismo de su lanzamiento, Cuervo comenzó a otorgar los Premios Gigamesh, que se prolongarían anualmente hasta el año 2000, un auténtico referente en el mundo de la ciencia ficción en España.
[5] Los premios Gigamesh sirvieron para afianzar aún más la ciencia ficción en España como género «serio» y tuvieron cierta repercusión mediática.
En 1999 Cuervo funda Ediciones Gigamesh,[5] aprovechando que las grandes editoriales estaban dejando de editar ciencia ficción a gran escala y el nicho que eso suponía para las pequeñas empresas.