Alejandro del Río Soto Aguilar

[2]​ En 1892 viajó a Europa becado por el gobierno para realizar estudios de especialización en higiene pública en Alemania.Se mantuvo en este cargo por solo seis años, ya que pronto su interés se enfocó en mejorar aspectos relacionados con el estado deplorable de la salud pública e higiene del país en dicha época, aprovechando los conocimientos que adquirió durante su paso por el Viejo Continente.También, con la ayuda del Estado y las municipalidades, promovió la creación de las Inspecciones sanitarias.[2]​ Entre los años 1891 y 1925, Chile estuvo bajo el mando de presidentes procedentes de oligarquías plutocráticas y profesionales, entre estas se destacaban los médicos, lo que generó un gran impacto beneficioso para el desarrollo de las ciencias biomédicas y el llevar al país a una legislación en medicina social y en lo que formó los pilares de la salud pública convertidos en organismos institucionales.Como director del Instituto de Higiene, le preocupaba saber que los enfermos y heridos sufrían en las calles; frente a estos hechos, impulsó la atención pública.[5]​ Bajo su mandato esta unidad llegó a ser la más adelantada y especializada de América Latina.[6]​ En 1925, con el apoyo del médico belga René Sand, fundó la primera escuela de trabajo social en Latinoamérica.