Sus dos hermanos, Antípatro y Alejandro eran menores de edad, por lo que su madre Tesalónica ejerció la regencia, dividiendo el reino entre ambos, asignando la parte oriental para Antípatro, y el resto para Alejandro.
En 295 a. C., Antípatro reclamó a su madre la totalidad del reino, la cual no aceptó tal pretensión, y fue asesinada por ello.
El primero que acudió fue Pirro, que exigió la cesión de las regiones de Ambracia, Acarnania, y Anfiloquía,[1] atacando a continuación a Antípatro.
Al año siguiente, Demetrio Poliorcetes, que se había retrasado en el Peloponeso, consiguió llegar a Macedonia y reunirse con Alejandro, pero este le hizo saber que ya no necesitaba sus servicios.
Demetrio no dejó traslucir su contrariedad, pero poco después le hizo asesinar en el curso de un banquete[2][3] y se proclamó rey de Macedonia.