Padre e hijo fueron, según observan los historiadores, los principales instigadores y participantes en las guerras y peleas que hubo a raíz de la muerte de Alejandro.
Presuntamente, la Victoria de Samotracia conmemoraría este éxito naval.
En Atenas, Demetrio fijó su residencia en el Partenón, anticipando así la figura del synnaos deos o «dios que comparte un templo» (en este caso, con Atenea).
Pero las fuerzas combinadas de Pirro, Lisímaco y Ptolomeo consiguieron expulsarle de Macedonia en 288 a. C.[4] Pasó a Asia y atacó a Lisímaco con éxito variable.
Pero antes de llegar a Siria estallaron las hostilidades entre los dos, y después de haber obtenido algunas ventajas sobre su yerno, Demetrio fue abandonado totalmente por sus tropas y se debió rendir a Seleuco.
Su hijo Antígono ofreció todos sus bienes, e incluso su propia persona, para conseguir su libertad.
Sus restos fueron entregados a Antígono y honrado con un gran funeral en Corinto.
Tuvieron un hijo, llamado Antígono II Gónatas, que llegó también a ser rey de Macedonia, y una hija llamada Estratónice a quien entregó en matrimonio a Seleuco I Nicátor, rey de Babilonia y Siria, en 298 a. C. Posteriormente se casaría con Deidamia, hermana de Pirro, con quien tuvo un hijo llamado Alejandro.