De niña le fue concedida su mano a Alejandro, hijo de Alejandro Magno y Roxana.
Al acompañar al príncipe y a su abuela Olimpia quedó asediada en Pidna junto a ellos.
[1] Tras la muerte de Alejandro y Roxana, se casó con Demetrio Poliorcetes cuando este luchaba por establecer su poder en Grecia, convirtiéndose así en nexo de unión entre Demetrio y Pirro.
Tras su derrota en Ipsos, los atenienses la expulsaron a Megara, tratándola aún con honores de reina no obstante.
No llevaba mucho tiempo allí cuando enfermó y falleció, en el 300 a. C.[3] Dejó un hijo a Demetrio, llamado Alejandro, de quien dice Plutarco que pasó su vida en Egipto, probablemente como rehén.