Abandonó su ciudad y se instaló en Madrid, donde añoraba la presencia del mar hasta el extremo de tener que visitar El Retiro diariamente para ver un poco de agua junta al tiempo que compaginaba sus estudios.
En 1996 consiguió un papel en la obra teatral “Tartufo” (Molière), adaptada por Fernando Fernán Gómez, y donde conoció al actor José Luis Pellicena.
Tras dos años de gira con esa obra, Alejandro Navamuel empezó a conseguir papeles más destacados en piezas reconocidas internacionalmente como "Las mujeres sabias" (Molière).
Mientras tanto proseguía su carrera teatral con títulos como "Martillo" (2000) y "Frank V" (2000), ambas bajo la dirección de Yolanda Porras.
En esta última el actor interpretaba a Andrés, un joven que en palabras de las autoras caracterizado por "un andar inclinado al borde del abismo para comprobar si el vacío existe o si la gravitación universal tiene efectos sobre ellos".
Entonces decidió incorporar al joven actor en el elenco de la serie "Cuéntame cómo pasó", en la que interpretaría a Alejandro, un hombre acomodado -pero con un fondo progresista-, que al enterarse del romance de su mujer (Marta: Ana Allen) con el periodista Toni Alcántara (Pablo Rivero) facilitaba a ambos las cosas aun a costa de quedar herido emocionalmente.
En verano filmó un episodio de Herederos y unos capítulos para Arrayán, donde interpretó a Antonio Rivas, un ganadero viudo -de 45 años- con tres hijos a su cargo y que planeaba casarse con Rocío Morales (Eva Pedraza).
El personaje desapareció en un accidente aéreo en el primer episodio hasta reaparecer más adelante, tras pasar una convalencia en el hospital durante la cual recibía noticias de diversa índole que afectaban a sus hijos Cecilia (Lara Cobos), Miguel (Alejandro Albarracín), o a su amigo Ángel (Alexandro Valeiras).