Y es conocido por ser el último patriarca de Alejandría del período pre-niceno.
Alejandro es famoso por su oposición a la llamada "herejía arriana", que afirmaba que Jesús no era Dios verdadero, sino solo el Hijo de Dios, que se había encarnado en Jesús de Nazaret; era el unigénito de Dios y por lo tanto tenía un origen temporal, la primera de las criaturas creadas, y por ello no era coeterno con su Padre.
Alejandro también es conocido por su doctrina apostólica y una de sus acciones más destacadas fue ordenar a un joven diácono de nombre San Atanasio, que más tarde sería célebre y admirado en toda la cristiandad.
También insistió en la caridad con los pobres en la diócesis bajo su control, virtudes por las que fue famoso.
Se considera a Alejandro como uno de los principales responsables del Primer Concilio de Nicea en el año 325, donde el arrianismo fue formalmente condenado.