Alegoría del carro alado

En el diálogo, Platón usa al personaje de Sócrates en una discusión sobre el mérito del amor como locura divina.

Platón ilustra su concepción acerca de la constitución conflictiva entre el bien y el mal en el interior del alma humana.

El caballo blanco representa los deseos espirituales y el impulso moral que guían al alma a realizar acciones buenas, o la parte positiva de la naturaleza pasional (indignación justa, por ejemplo), mientras que el otro representa las pasiones irracionales del alma, apetitos carnales y terrenales.

En esta alegoría, las almas encuentran positiva la justicia, a la que se puede acceder únicamente a través del uso de la razón, siendo esta la que dirige el alma de los seres humanos y representa la verdadera sabiduría.

El alma es el principio del movimiento, y generalmente, lo que distingue a seres animados de los inanimados (no olvidemos que para los griegos, lo vivo está directamente relacionado con el movimiento) [8]​ Una alegoría similar la podemos encontrar en la Filosofía india, en el texto hindú Kaṭha-upaniṣad, en el cual Iama, igualmente a través de una alegoría de un carruaje (la Ratha Kalpana o parábola del carro), le explica a Nachiketas la naturaleza del ser humano.

Crátera griega de la diosa Eos en su carro volando sobre el mar.