Alcides Arguedas

[1]​ Su obra literaria, que aborda temas relacionados con la identidad nacional, mestizaje y problemática indígena, tuvo una profunda influencia en el pensamiento social boliviano de la primera mitad del siglo XX.[5]​ Como diplomático fue segundo secretario de la Legación de Bolivia en París (1910), donde conocería a Rubén Darío y a Francisco García Calderón y tendría como jefe al expresidente Ismael Montes.Fue asimismo cónsul general en París (1922), y ministro plenipotenciario en Colombia (1929), de donde fue destituido por sus críticas al presidente Hernando Siles (1930).[5]​ Mantuvo una posición crítica hacia algunos gobiernos, por la que llegó a sufrir el destierro (1906), fue cesado en sus cargos e incluso abofeteado (por el presidente Germán Busch).Los conflictos entre culturas, el complejo mestizaje y la relación a veces violenta entre el mundo indígena y el criollo/mestizo, son temas que luego fueron recuperados por otras corrientes del pensamiento, incluidos los indigenistas, aunque desde una perspectiva distinta.[5]​ Sin embargo, en Bolivia suscitó polémica y Franz Tamayo respondió críticamente a sus ideas en los editoriales que en 1910 serían compilados en el libro Creación de la pedagogía nacional.[6]​ Arguedas expone en esa obra "su radical pesimismo", según el cual "una mezcla de fatales leyes biológicas, razones históricas y circunstancias ambientales han hecho del indígena una raza atrofiada o enferma.
Alcides Arguedas en el año 1926
Arguedas (sentado, penúltimo de izq. a der.) junto con otros intelectuales de la década de 1920.
Alcides Arguedas en el año 1940
Arguedas en 1945 en una de sus últimas fotos conocidas.