Alcabalas en Nueva España

La alcabala fue una renta real que se cobraba sobre el valor de todas las cosas: muebles, inmuebles y semimovientes (como el ganado o los esclavos), que se vendían o permutaban.

[2]​ Inicialmente fue una concesión temporal al rey realizada por las cortes de Burgos, pero a partir de 1349 permaneció como una renta real que incluso se trasladó a la América hispana en el siglo XVI.

Sin embargo, Fernando VII la restableció tanto en España como en los territorios de América.

Inicialmente, Carlos V había exentado en 1522 a los habitantes de las primeras colonias del pago de la alcabala, como un posible incentivo para la colonización del Nuevo Mundo.

Ante esta diferencia en la carga impositiva, se realizaron dos incrementos del 2% durante el siglo XVII.

[4]​ Pocos años después se impuso otro incremento, esta vez del 4 al 6 % del valor de las mercancías, dicho incremento fue promulgado por Felipe IV por real cédula en 1635.

[4]​ Hubo otros aumentos durante el siglo XVIII, el de mayor consideración fue impuesto como respuesta a los gastos suscitados a partir de la guerra contra Inglaterra conocida como la “Guerra del Asiento” (1739-1748).

En el centro de este mural de Diego Rivera se observa el pago de un impuesto en monedas de plata. Una reconstrucción aproximada del peso de la fiscalidad en la vida cotidiana de Nueva España.
En este edificio se localizaba la Aduana de la Ciudad de México en el siglo XVIII , sede de la Contaduría General de Alcabalas.
Plaza Mayor de Puebla de los Ángeles en el siglo XVII . Durante dicho siglo la administración de las alcabalas de la ciudad y sus alrededores estuvo a cargo de los regidores del cabildo de Puebla.