Una alborada es un poema o canción destinados a cantar la mañana; asimismo, se cataloga como alborada la composición lírica o musical que trata el tema de la separación de los amantes al amanecer.
El tema es también favorito en la música clásica de finales del siglo XIX y principios del XX: el acto segundo de la ópera "Tristán e Isolda" de Wagner, las alboradas de Bizet, Lalo, Poulenc, la Alborada del Capricho español de Rimski-Kórsakov y la "Alborada del gracioso", parte de la suite para piano "Los espejos", de Ravel, y que está inspirada en España.
El término fue utilizado además por varios compositores de finales del siglo XIX y principios del XX para referirse a las oberturas de sus óperas.
En este caso, opuesta a la serenata.
Por ejemplo, en los siglos XVII y XVIII, las alboradas se tocaban en honor a personajes de la realeza.