Ciudad en la que expuso al año siguiente, 1957, su primera escultura abstracta en hierro soldado.
Ganó un concurso convocado por el Estado francés, que le otorga una beca de viaje y estancia en París.
En 1967, con cuarenta años es distinguido con el Premio André Susse en el salón de jóvenes escultores.
En el año 1970 Guzmán comienza a trabajar el mármol, intentando transponer las formas habituales en su obra en el nuevo material.
También participa junto a Albert Féraud y Germaine Richier, entre otros en la muestra de escultura al aire libre organizada en Plateau d’Assy bajo el epígrafe «Sculptures en montagne».