Ariano, el Mundo del Aire, se compone enteramente de porosas islas flotantes, alineadas en tres altitudes bien diferenciadas.
Por encima de todos ellos, en el Reino Superior, viven los Misteriarcas, magos humanos aislados cuyo rango pertenece a la Séptima Casa.
Al comienzo de la novela, el Señor del Nexo Xar instruye a un discípulo sobre su tarea en Ariano.
A su vez, en Drevlin, un Geg está siendo juzgado por cometer el crimen de pensar demasiado.
Sentenciado a muerte por lanzamiento desde los confines del continente en ala delta, Limbeck consigue aterrizar accidentadamente en una pequeña isla a cierta distancia de profundidad, dónde descubre un hombre herido cuya nave averiada está recubierta de unas runas resplandecientes.
La Tumpa-Chumpa de manera inadvertida destruye la nave, pero Limbeck logra salvar al hombre a tiempo.
Bane descubrió a Alfred trabajando con magia rúnica Sartan, algo que nadie más en Ariano (ni siquiera los poderosos misteriarcas) podrían hacer.
Haplo se apresta a enfrentarse a Alfred pero ambos se dan cuenta de que una batalla mágica llamaría demasiado la atención, algo que el Señor de Haplo le ordenó evitar por todos los medios.
Así pues, Haplo se tiene que contentar llevándose con él a Bane tal como tenía planeado.