En este aspecto no pudo haber conseguido sus objetivos, dado que los coptos dominaron la administración hasta el siglo XI.
Ahmad fue un gran seguidor del arte culinario, tanto que muchos platos egipcios y mezclas de especias fueron creadas supuestamente por él mismo.
La floreciente economía permitió a Áhmad ibn Tulun también la creación de un importante ejército con el que conquistaría en 875 Yebel Ajdar (Cirenaica).
Sin embargo, cuando intentó penetrar en Mesopotamia, el regidor abasí Al-Muwaffaq escenificó una revuelta de su hijo Abbás.
Su significancia se debe principalmente a que bajo su dominio, y por primera vez desde la dinastía Ptolemaica, Egipto fue un reino independiente.