Gaziel
Estos trabajos no gustaron a Prat de la Riba (que dirigía La Veu) y sí, en cambio, a Miquel dels Sants Oliver, que por entonces era todavía colaborador con el periódico de la Lliga.Desde entonces, y hasta 1953, utilizó casi exclusivamente el español, lo que le valió no pocas críticas por parte de los sectores más catalanistas.Al estallar la Guerra Civil, se exilió huyendo de la zona republicana, y el diario fue tomado por un comité obrero, pasando la dirección a María Luz Morales.Tras la victoria de Franco, regresó a España en 1940, acuciado por el avance nazi en Europa.Josep Benet, en el prólogo a la Obra Catalana Completa (1970) que publicó póstumamente la Editorial Selecta, valoró así su contribución: «Probablemente ha sido el escritor político más inteligente que ha dado la derecha catalana en este siglo».