[1] La escultura griega original, obra de Policleto el Joven, se habría realizado en torno al siglo IV a. C.[2][3] La diosa está de pie apoyando su peso en la pierna derecha, la izquierda relajada, con la cabeza girada hacia la izquierda e inclinada hacia el suelo.
[1] Va vestida con un fino quitón (casi transparente) que le abraza el torso para que puedan admirarse las curvas más finas de su cuerpo, especialmente el triángulo púbico y el ombligo.
A continuación, el quitón se enrolla alrededor del brazo izquierdo y cae libremente por su costado.
[1] Se ha sugerido (sobre todo por los rasgos de la cabeza) que esta estatua no es una copia romana, sino en realidad un original griego del período helenístico.
Esta representación se encontraba en Esparta, Argos, Citera y Taras (actual Tarento).