Afanomicosis

[3]​[4]​ Una de los rasgos físicos que sirven para diagnosticarla es la presencia de hifas entre los segmentos del abdomen, aunque normalmente la enfermedad no se detecta hasta que no se produce la muerte del cangrejo.[10]​ Aphanomyces astaci una vez que se encuentra invadiendo a su huésped, produce zoosporas biflageladas.[13]​ Una vez que las zoosporas alcanzan a un cangrejo se instalan en zonas dañadas de la cutícula.[8]​ En caso de que la zoospora no se haya emplazado en un cangrejo no se desarrolla, pero puede desprenderse del quiste y volver al medio acuático para encontrar otro huésped, pudiendo repetir este proceso hasta tres veces.[14]​ Para ello Aphanomyces astaci produce peptidasas, quitinasas y esterasas, enzimas que hacen más fácil la penetración del micelio en la cutícula.[15]​ Mediante la técnica de amplificación aleatoria de ADN polimórfico (RAPD) se han diferenciado cuatro grupos genéticos de Aphanomyces astaci:[8]​ Los grupos presentes en Europa son el A, el B y el D.[16]​ Las infecciones más recientes acontecidas en dicho continente están provocadas por cepas pertenecientes al grupo B.[21]​ En el año 1971 se detectaron los primeros casos en Noruega, en 1981 en Gran Bretaña, en 1984 en Turquía y en 1987 en Irlanda, expandiéndose luego por toda Europa.[22]​ También se identifica al detectarse comportamientos extraños en los ejemplares, como movimientos descoordinados o actividad diurna (los cangrejos son organismos de hábitos nocturnos).[22]​ Sin embargo, la sola constatación de mortandad en cangrejos no es suficiente para diagnosticar la enfermedad, ya que la contaminación del agua también puede provocar una alta mortalidad.
El cangrejo rojo americano ( Procambarus clarkii ) es un vector de la afanomicosis.
Pesca de cangrejos mediante retel . Si no se desinfectan debidamente los utensilios de pesca se puede contribuir a la transmisión de la afanomicosis.
En el cangrejo señal ( Pacifastacus leniusculus ) se han identificado las cepas pertenecientes al grupo B y C de Aphanomyces astaci .
El cangrejo de patas blancas ( Austropotamobius pallipes ) es muy vulnerable a la afanomicosis.
La presencia de presas o diques de contención en los ríos puede evitar la transmisión de la afanomicosis aguas arriba.