Aecio de Antioquía (en griego: Αέτιος ο Αντιοχεύς), conocido como «el Ateo» por sus opositores trinitarios, fue el fundador de la secta arriana denominada secta anomea o heterousianismo.
[2] Más tarde trabajó como orfebre en Antioquía para ayudar a su madre viuda y estudió filosofía.
En 350 fue ordenado diácono por Leoncio de Antioquía, pero poco después fue obligado por los trinitarios a dejar la ciudad.
Juliano el Apóstata lo retiró del exilio, concediéndole una propiedad en Lesbos y lo trajo a su corte, en Constantinopla.
[3] Su idea principal es que la homoousía o «consubstancialidad», es decir, la doctrina de que el Hijo, por lo tanto, el Engendrado, es esencialmente Dios, es autocontradictoria, en tanto la idea de «no ser engendrado» es justamente lo que constituye la naturaleza de Dios.