[2] Proyectada en 1853, y terminada su construcción en 1858, ocupó el edificio conocido como Aduana de Taylor hasta 1896, siendo esta, una construcción con forma semicircular levantada en terrenos ganados al río, que fue demolida al rellenarse la ribera para construir el Puerto Madero.
De esta forma, fue asignado al nuevo "palacio" de Aduana un terreno nacido con el relleno costero del nuevo puerto, delimitado por las avenidas Paseo Colón e Ingeniero Huergo, y las entonces calles Belgrano y Moreno.
[5] El edificio es de estilo academicista francés y sus fachadas están revestidas en símil piedra París.
El elemento más destacado del edificio de la Aduana porteña es su absoluta simetría y volumen, ya que ocupa toda la manzana.
El arquitecto Jorge Liernur lo describe como «un contenedor neutro para las mercaderías a las que estaba destinada»”, adornado por un rico aparato figurativo en la decoración.