[3] Tanto los personajes como los accesorios, están dispuestos de forma coherente y perfectamente legible, con un estilo más tenebrista que el de los otros lienzos del retablo.
La Virgen y san José ocupan la mayor parte del centro —en el triángulo interior— y los pastores están a derecha e izquierda, algunos en segundo término, formando uno de los lados del triángulo mayor, El efecto de profundidad no se logra a través de la perspectiva, sino por una cuidadosa gradación del volumen y del color.
José presenta una varonil apostura, y María —de hermoso rostro— destaca por la discreta gracia con que levanta las mantillas del hermosísimo Niño.
Estas características son las únicas diferencias de la Sagrada Familia con respecto a los pastores que, a pesar de su rusticidad, están tratados con gran dignidad.
Zurbarán representa los elementos accesorios con una especie de hiperrealismo, con un hermoso bodegón en la parte inferior izquierda.