Y efectivamente, un primer análisis descubría innovaciones espectaculares, como la arquitectura modular extensible, transparencias, sombras paralelas o un nuevo modo de composición multilínea; además disponía frente a su rival de un comando Deshacer ilimitado, una utilidad fundamental en la fase creativa.
Sin embargo, tanto la primera versión 1.0,[3] como su inmediata revisión, la 1.5,[4] encontraron dificultades para captar usuarios.
Además, para los usuarios de Macintosh, InDesign se ejecuta en modo nativo para el nuevo sistema de Apple basado en Unix Mac OS X. InDesign en la actualidad (2021) no es solo una aplicación orientada a la maquetación o trabajo editorial, desde hace ya varias versiones ha incorporado herramientas para crear archivos multimedia, pdf interactivos, para páginas web y dispositivos móviles.
Con esto el programa se mantiene tan vigente como cuando apareció en el mercado el año 1999 y que además evoluciona hacia distintas plataformas.
Adobe, rey del píxel y dueño del formato PDF, venía jugando sus bazas, básicamente, al nivel del fichero; pero, consciente de que el futuro sugiere "abrir el enfoque" al nivel de los procesos, decide apostar por los sistemas de gestión documental como Document Server y por incluir herramientas de control en la propia Creative Suite como Version Cue o Bridge, además del propio InCopy.
Así entra en escena InCopy, un sofisticado procesador de textos dirigido a redactores y editores que trabajan en ciclos de producción basados en ID.
Tal aproximación funciona bien para el retoque fotográfico o las ilustraciones –que trabajan a nivel 'micro', de píxel, y generalmente con una sola imagen cada vez–; sin embargo, la maquetación requiere la interacción de muchos objetos en una página, en un pliego o, incluso, en una publicación (nivel 'macro').
A pesar de ello, y atendiendo a las peticiones de sus usuarios, Adobe con la Creative Suite 3 sustituye las paletas ancladas por paneles acoplables.