Administración dirigida de fármacos
La desventaja del sistema es alto costo, esto disminuye la productividad y también hace más difícil ajustar las dosis de estas drogas.Se cree que la administración dirigida puede mejorar la eficacia reduciendo al mismo tiempo los efectos secundarios.[5] El vehículo más común que se utiliza actualmente para la administración dirigida de fármacos es el liposoma.También son biocompatibles y biodegradables y se pueden ser diceñados para evitar los mecanismos de la célula los elimine come el sistema reticuloendotelial (RES), el aclaramiento renal, inactivación química o enzimática, etc.)[7][8] Nanovehículos que son ligando recubiertos basados en lípidos pueden almacenar su carga en la cáscara hidrófobo o el interior hidrófilo.[4] El único problema con el uso de liposomas in vivo es su absorción inmediata y eliminación por el sistema RES.Estos se preparan a partir de ciertos copolímeros anfifílicos que consisten en dos unidades monoméricas hidrófilas e hidrófobas.Este método no ofrece mucho en términos de control del tamaño o maleabilidad.Tienen un núcleo que se ramifica en intervalos regulares para formar una nanotransportador pequeña, esférica, y muy denso.[11] Se han encontrado partículas biodegradables que llevan ligandos a P-selectina, selectina endotelial (E-selectina) y ICAM-1 para adherir al endotelio inflamado.Circuitos lógicos de ácido nucleico han demostrado que potencialmente podrían ser utilizados como el núcleo de un sistema que libera un fármaco sólo cuando hay una respuesta a un estímulo, tal como un ARNm específico.Esta estructura podría encapsular un medicamento en su estado cerrado, y se abren para liberar sólo en respuesta a un estímulo deseado.La Associacion Americana del Corazón clasifica enfermedad cardiovascular como la primera causa de muerte en los Estados Unidos.La clave para resolver este problema radica en la utilización eficaz de fármacos que pueden ir directamente al tejido enfermo.