Acueducto de Segovia

La parte más visible, y por lo tanto famosa, es la arquería que cruza la plaza del Azoguejo.

Antes, en la plaza de Día Sanz, hace un brusco giro y se dirige hacia la plaza del Azoguejo, donde salva la depresión con una arquería, que presenta todo el esplendor del monumento.

Sin embargo, hoy en día tan sólo se puede apreciar una réplica de resina de la primera talla, la cual fue sustituida en el año 2019,[6]​ debido al importante deterioro que presentaba la imagen original tras estar casi 500 años a la intemperie, llegando incluso a sufrir algún desprendimiento.

Más tarde, en el siglo XVI, fue cuando se pusieron en los nichos centrales las estatuas antes mencionadas de la Virgen del Carmen y san Sebastián.

La arquería del acueducto es el hito arquitectónico más importante de la ciudad.

Se ha mantenido en funcionamiento a lo largo de los siglos y quizás por eso haya llegado hasta hoy en día en perfecto estado.

En los últimos años ha sufrido un patente deterioro causado principalmente por la contaminación medioambiental y a los propios procesos de erosión del granito.

[9]​ Para garantizar su supervivencia, se procedió a un minucioso proceso de restauración en 1992 que duró casi ocho años, bajo la dirección del arquitecto Francisco Jurado.

[12]​ Hay varias leyendas sobre la construcción del acueducto de Segovia, la más popular y extendida cuenta que una niña subía todos los días hasta lo más alto de la montaña para coger agua con un cántaro.

Vista desde los pilares de la arquería del acueducto. Se aprecia la ausencia de argamasa entre los sillares
Acueducto de Segovia por Juan Laurent , c. 1856-1867
Maqueta del recorrido del acueducto
Vista nocturna del acueducto
Vista aérea del acueducto
Vista desde el suelo del acueducto.