Un acople, gancho o enganche es un mecanismo que sirve para conectar varios vehículos ferroviarios entre sí y formar un tren.
Como la cadena sólo sirve cuando se tira de los vehículos, incorporan además unos topes en los extremos para que puedan ser empujados.
En los ferrocarriles alemanes y escandinavos, el tope izquierdo es plano mientras que el derecho es ligeramente redondeado.
Esto proporciona un contacto entre los topes mejor que si ambos fueran redondeados.
En las curvas cerradas, un solo paragolpes central está menos sujeto a provocar un bloqueo.
Otro problema es que en las curvas cerradas los amortiguadores pueden bloquearse al desplazarse uno por el costado del paragolpes adyacente.
En los ferrocarriles en los que los vehículos apuntan siempre al mismo lado, la cadena puede colocarse en un solo extremo, ahorrando de esta manera peso y coste.
Estos trenes viajaban a baja velocidad y fueron eliminados en la década de 1970.
Estos acoplamientos siguen prevaleciendo en la actualidad en los trenes de mercancías del Reino Unido.
[cita requerida] El acople de eslabón y perno fue el usado originalmente en los ferrocarriles estadounidenses, y sobrevivió en los ferrocarriles forestales después de que otros se convirtieran en acoples automáticos.
Son aquellos acoples que están destinados a ser enganchados y desenganchados exclusivamente en el taller.
Es superior a otros tipos de acoples automáticos, ya que permite conectar los sistemas eléctricos y neumáticos.
Unos pequeños cilindros de aire actúan en unas cabezas giratorias internas y aseguran su acople, haciendo que no sea necesario un golpe para que los trenes se acoplen.
Se le conoce también como el acople Mandíbula, Knuckle, Buckeye, Alliance o AAR.