Achí (etnia)

Estos servían de mucho provecho al cacique Quicab, pues generaban pescado, camarón, tortugas e iguanas.

[7]​ Cuando algunos frailes dominicos españoles llegaron a la actual Guatemala, el único lugar que les faltaba para conquistar era Tezulutlán o “Tierra de Guerra”.

[8]​ Fray Bartolomé de las Casas fue el encomendado para "reducir" a los indígenas por vía del cristianismo.

La actividad se realiza por amas de casa y transmiten el conocimiento al enseñárselo a sus hijas.

Para darle forma, se dan vueltas con el cuerpo creando ollas, tinajas, cántaros, jarros, comales, batidores, entre otros.

La cerámica a mano es quemada al aire libre, en un lugar plano, rodeado de estiércol (muñido) y envuelto totalmente en paja seca (zacate o zacatón).

Los objetos artísticos son comerciados en el mercado local, departamento, nivel nacional, e inclusive internacional.

En primer lugar se obtiene la materia prima que es el barro, cuando es extraído se presenta en pedazos de terrones, para usarse tiene que pulverizarse previamente con un mazo, este procedimiento es conocido como aporrear el barro.

Es utilizada para personificar danzas como Rabinal Achí, Venado, Negritos, La Conquista, Torito y Animales.

Se fabrican muebles de diferentes maderas, finas o corrientes en todos los municipios achíes.

En primera instancia, se recolectan los morros, una cualidad indispensable es que estén sazones, los hay de tamaños grandes (guacales), medianos y chicos (chinchines).

[12]​ El morro en conjunto con el jícaro, son trabajados en tres sistemas: Es en Rabinal y San Miguel Chicaj, donde hay la mayor producción de estas artesanías.

Consiguen una forma de pequeños rollos cilíndricos, luego son colocados en una olla al fuego para ser cocidos.

Antiguamente la mujer elaboraba su propio güipil y su corte, ambos eran de color negro; en la actualidad, las mujeres que habitan en las zonas rurales, siguen elaborando su propio güipil, pero ya no el corte, pues se usa lo más tecnificado que son los finos hilos y colores provenientes de la parte occidental del país.

Cada color utilizado es particular debido a que representa mucho en la vida del ser humano, fomentan energía, armonía, paz y tranquilidad en la familia, así como comunidades que conviven en la realización de sus actividades cotidianas.

La religión achí es un complejo sincrético de cristianismo-animismo, es por eso que existen a granel adoratorios y cerros sagrados.

En la actualidad, son los ancianos, los que transmiten ese conocimiento a sus hijos, mediante la tradición oral.

Asimismo, es muy conocida la leyenda de la Virgen del Patrocinio por los historiadores locales, la cual dice que a mediados del siglo XVIII,[16]​ una mujer se le apareció a un anciano que cortaba leña en la cumbre de San Miguel Chicaj, quien le pidió avisara al sacerdote de Rabinal que la fuera a confesar.

Acto seguido, el leñador envió el mensaje al cura, que se mostró incrédulo.

Tiempo después, la señora se le materializó en sueños al sacerdote para solicitarle que la confesara.

En una votación de entre cuatro candidatas, también compitieron Vivian Adriana Chen Piox, Rosalina Tot Morente y Ana Leticia López Yol.

Entonces, el hombre se atemorizó y fue a pedir perdón al Señor del Cerro, "haciéndole una costumbre" para calmarle el enfado.

Cuentan los abuelos rezadores de Rabinal que en tiempos antiquísimos cuando San Pablo vivía en Tzamaneb', Rabinal, existió un hombre llamado Yew Achí o K'iche', Achí que se robaba a los hijos de San Pablo.

San Pablo comenzó a llorar, entonces Santiago le sugirió que se cambiaran de lugar y pueblo.

En tiempos antiguos, había un Gran Señor, dueño de cerros y valles que descendía a la localidad una vez por año.

No obstante, los padres de la joven aprovecharon para sacarle plata, tierras, maíz, cacao y otras riquezas a su yerno.

Luego de llorar por muchos días a su esposa, y convirtió dicha luz en una hermosa flor blanca.

Así nació la Monja Blanca, Flor Nacional que adorna todos los rincones de Baja Verapaz.

En Salamá, el Sombrerón es un gigante que porta un gran sombrero y cuida a los animales por la noche.

En San Miguel Chicaj se cuenta de la sirena que fue una mujer desobediente que habitaba las afueras de San Miguel y se bañó en el río Ixcayán un Viernes Santo, por eso Dios la castigó convirtiéndola en sirena.

Baja Verapaz, departamento ubicado en el corazón de Guatemala, es rico en costumbres y tradiciones prehispánicas