El biplano llegó a Ondarreta para ser montado por los mecánicos, cosa que consiguieron hacer en menos de cuatro horas.
Después de varios intentos fallidos, Le Blond consiguió arrancar su aparato y elevarse unos 20 metros.
A los cinco minutos el avión se posó en Ondarreta y terminó el vuelo recibiendo calurosas felicitaciones por parte de los allí presentes.
Para el 29 se anunció un nuevo vuelo, a bordo de un aparato traído desde El Cairo, mayor que el anterior.
Un accidente aéreo, no relacionado directamente con San Sebastián, fue el ocurrido en las proximidades de la ciudad.