Luego se presentó un proyecto para establecer un Instituto Militar en el cual se estudiarían Matemáticas aplicadas al Arte de la Guerra, y simultáneamente se cursarían estudios tácticos y estratégicos de acuerdo a los conocimientos más avanzados de la época.
José María Vargas en 1829 plantea la necesidad de crear una Academia de Matemáticas, que tuviese aplicación al arte militar, y que estuviera dirigida por Juan Manuel Cajigal, sin embargo ese planteamiento no fue tomado en cuenta a la brevedad, pero luego se haría realidad dicha propuesta.
Ya en 1879, tras la muerte de Linares Alcántara, vuelve al poder Guzmán Blanco, quien por motivos políticos cierra nuevamente el instituto, el cual permaneció así hasta 1890.
Durante el proceso de construcción del edificio en la Planicie, se cumplieron funciones en Puerto Cabello en una Escuela Militar, donde se impartían conocimientos sobre el arma de artillería.
La Escuela Militar regresó a la Planicie Cajigal en Caracas, su antigua sede, que funcionó hasta 1949, cuando pasó a ocupar su actual sede en el Fuerte Tiuna.
Esta nueva Escuela Militar formaría Oficiales del Ejército durante cuatro años, para el ingreso se empieza a exigir el título de bachiller, de igual forma se comienza a implementar un sistema de selección basado en factores morales, psicotécnicos, profesionales.
[17][18][19] En 1971, se reorganiza como Academia Militar de Venezuela, en 1982 la formación de pregrado del Ejército estuvo sustentada en el Plan de Estudios “Andrés Bello, el cual comenzó a implementarse en ese año, y que estuvo vigente hasta 2005.
Estas distinciones van desde distinguido, pasando por brigadier y alférez hasta llegar a alférez mayor, sin embargo esta jerarquización no es general, sino que está limitada para los mejores en sus respectivas promociones, compañías y pelotones.
Artículo 3: Admito sin vacilaciones ni reservas, que la subordinación a la constitución, a las leyes y reglamentos nacionales y militares, es un principio inviolable en mi existencia.
(Nota: este artículo fue modificado durante el período en el cual Miguel Rodríguez Torres fue Director de la Academia, añadiendo la frase "a la lealtad".)
Artículo 8: Estoy consciente de que mi destino me llevará a comandar a quien probadamente es uno de los mejores soldados del mundo: el soldado venezolano; acepto tal hecho como un reto a mi capacidad y condiciones.