[1] Según la institución académica militar Combating Terrorism Center, en una publicación de 2008, se le definía como el “ideólogo islamista vivo más importante”[2].
[3] Al Maqdisi nació con el nombre de “Isam al-Barqawi”, no obstante, posteriormente cambió “Isam” por “Asim” ya que este último hacía referencia a numerosos compañeros del profeta Mahoma.
Por consiguiente, su primer contacto con asuntos religiosos fue a través de sus amistades y la escuela.
[7] Aunque nunca fue aceptado como estudiante en la Universidad de Medina, se le permitió acudir a las clases para que pudiera formarse.
Cabe tener en consideración que él nunca luchó, apoyándose fundamentalmente sus esfuerzos en la dawa.
[9] Allí conoció a numerosos salafistas famosos como Abdallah Azzam o el actual líder de Al Qaeda Aymán al-Zawahiri, aunque reconoció no haber conocido a Osama Bin Laden en persona.
Así, permaneció recluido hasta 2008 sin siquiera tener ningún cargo judicial a las espaldas, lo cual fue criticado por la ONG Human Right Watch.
Por tanto, rechaza que se pueda dar el takfir a una sociedad o nación al completo.
En primer lugar, habla de mujeres y niños los cuales no pueden ser un objetivo salvo que colaboren con el “enemigo” y extiende este planteamiento a toda la población no combatiente, aunque acepta la posibilidad de que haya daños colaterales.
Sin embargo, los cargos puramente administrativos los excluye, así como la gente que demanda sus derechos en base a la legislación existente, aunque no sea la Sharia.
Y, una segunda dimensión que establece una interpretación legislativa de dicho término.
[40] En este contexto, la solución se halla en el bara (rechazo) de dichas legislaciones consideradas como tawaghit.
[43] Aun así, y aunque el excusaba a la gente que no confronta a los gobernantes y no aplica el takfir sobre ellos, insiste en que una condición esencial para un verdadero tahwid pasa por rechazar dichas leyes.
UU.[45] Este planteamiento supuso un redescubrimiento del término y llamó la atención de posteriores autores que explotarían esta idea, aunque sin dar reconocimiento a Al Maqdisi debido a que su cuerpo argumentativo era vago y desorganizado.
Mientras que durante los años previos a su encarcelamiento ataca fundamentalmente a salafistas quietistas, como por ejemplo al-Albani, mostrándose más cercano a planteamientos yihadistas, tras su estancia en la cárcel pone el foco en aquellos que rechazan el dawa en favor de la lucha armada y aplican el takfir con más facilidad.
[47] En conclusión, su pensamiento viene muy determinado por su óptica legislativa, pudiendo definir al autor como un defensor de la yihad contra los gobernantes musulmanes, aunque con alta preferencia por la dawa.
No obstante, el mensaje que se transmitía desde la Hermandad no acababa de convencerle y encontró a un nuevo maestro con tintes salafistas: Muhammad Surur Zayn al-Abidin que, pese a tener un origen ideológico en los pensamientos de los Hermanos Musulmanes se volvió hacia una tendencia más salafista tras su estancia en Arabia Saudí, llegando por primera vez a Al Maqdisi algunas ideas de Muhammad ibn Abd-al-Wahhab.
[50] Otras influencias que recibió fueron de Muhammad Nasiruddin al-Albani o Abd al-Aziz ibn Baz A partir de su estancia en Arabia Saudí sus referencias islámicas se enriquecieron y se dirigieron hacia figuras cercanas al Wahabismo como por ejemplo Hamd b.
En Arabia Saudí destaca su crítica a la legislación del reino la cual, según él, aplica “leyes humanas” y no la Sharia, a las conexiones con organizaciones e instituciones extranjeras vinculadas a gobiernos que no disponen de la Sharia, focalizándose en el ejemplo que constituye la gran relación entre EE.
[54] Por tanto, la gran influencia del pensamiento de Al-Maqdisi en Arabia Saudí no sería sobre este grupo sino que afectaría a otro en mayor medida: Al-Qa’ida fi Jazirat al-Arabiyya (QAP), Para ellos el problema se hallaba en un tema religioso también, por lo que la contribución de Al Maqdisi utilizando fuentes wahabíes,[55] en el momento en el que se difundió su obra y en la que fue escrita y dando el takfir a los gobernantes saudíes fue un punto clave para crear la base de la campaña del QAP contra el régimen, aunque limitando la difusión del takfir siguiendo también los planteamientos del autor.
[57] En relación con el concepto de Al-Wala Wa-l-Bara cabe destacar que lo transformó él mismo al conectar las leyes anti islámicas y la adoración a Alá lo cual permitió que pasase de ser una herramienta quietista para purificar la religión como en los tiempos de Ibn Taymiyya a considerarlo como un instrumento revolucionario.
[60] Entre otras influencias destacables cabe señalar la que proyectó ideológicamente sobre el salafismo jordano.