Esta fetua es considerada como el primer llamado a la yihad por parte de un estado-nación contra otra en tiempos modernos.
En 1927, cuando tenía 16 años, comenzó a perder la vista después de padecer una grave infección en los ojos.
En 1952 fue profesor en un instituto religioso en Riad, y al año siguiente impartió clases de derecho islámico en la Universidad Rey Saúd.
[6] En 1992 fue nombrado Gran Muftí de Arabia Saudita, siendo la primera y única persona en ocupar ese cargo sin pertenecer a la familia Al ash-Sheikh.
[9] Ibn Baz había sido partícipe en numerosas actividades y obras de caridad, como:[9] Ibn Baz fue considerado por muchos como un prolífico orador, tanto a nivel público con de forma privada en su mezquita.
[9] Ibn Baz estuvo entre los ulemas islámicos que se oponían a un cambio de régimen mediante la violencia.
Muchos lo criticaron por apoyar al gobierno saudí cuando, tras finalizar la Guerra del Golfo, censuró o encarceló a aquellas personas que consideraba como fuertes críticos del gobierno, como Safar al-Hawali y Salman al-Ouda.
Además, hubo controversia en relación con el origen del takfir (el acto de declarar a otros musulmanes como kafir o incrédulos) que afirmó que Ibn Baz había pronunciado.
Según Malise Ruthven, amenazó a todos quienes no aceptaron su punto de vista ''pre-copernicano'' mediante un fetua, declarándolos infieles.
Ibn Baz escribió una carta para una revista en 1966, respondiendo acusaciones similares:Yo solamente consideré que era legítimo asesinar a quienes afirmaban de que el sol es estático (thābita la jāriya) y no me arrepiento tras decirlo.
Según las entrevistas realizadas por el historiador Robert Lacey, los militantes (conocidos como Beit Al-Ikhwan) liderados por Juhayman al-Otayb, habían sido alumnos de Ibn Baz y otros ulemas superiores.
Juhayman había declarado a su cuñado Mohammed al-Qahtani, como el Mahdi.
El Mabahith (policía secreta) del Ministro del Interior y príncipe Nayef bin Abdulaziz había identificado a Mohammed al-Qahtani y a varios ikhwan como alborotadores.
Ibn Baz se encontraba en una situación delicada, sobre todo ante el hecho de que al-Otaybi había sido estudiante suyo en Medina.
Cuándo el gobierno le pidió a Ibn Baz de que emitiera un fetua para condenar a los militantes, el lenguaje de este y otro ulema superior ''fue curiosamente restringido''.
Los invasores del Masjid al-Haram no fueron declarados no-musulmanes, a pesar de sus homicidios ni por violar la santidad del Masjid, sino que solamente fueron llamados "al-jamaah al-musallahah" (grupo armado).
A pesar del desalojo y derrota de los rebeldes, Ibn Baz jamás los declaró como no musulmanes por sus crímenes.
[6][31] En él declaró: "La depravación lleva a que mujeres inocentes y puras sean acusadas de indecentes.
Sin embargo y según The New York Times, su fetua fue rechazada por los clérigos más radicales.
"[31] Otra polémica clave fue permitir que los soldados no musulmanes llevaran un crucifijo y llevaran un Nuevo Testamento al campo de batalla en contra de otros musulmanes en el territorio más sagrado del islam.
[33] El clérigo radical Abdullah el-Faisal declaró a Ibn Baz como tafkir (musulmán traidor), quién murió sin arrepentirse de ello.
[13] Sin embargo, su estricto pensamiento era insuficiente para Osama bin Laden quién condenó a Ibn Baz por "su debilidad, flexibilidad, y facilidad de influenciarse con los diversos medios que aplica el Ministerio del Interior.
Entonces Alá el Glorificado dijo: ''Oíd, Oh mis siervos que se han rebelado contra ellos mismos.