Abolicionismo penal

El abolicionismo penal es una corriente criminológica que promueve la definitiva eliminación del poder punitivo.

Para este periodista francés, el Estado no se halla legitimado para imponer pena alguna.

[12]​ En la actualidad, los fundamentos de su pensamiento siguen estando presentes en la corriente abolicionista, en mayor o menor medida.

[13]​ En menor medida, también puede destacarse lo realizado por Hermann Bianchi, Sebastian Scheerer, Heinz Steinert, John Blad y René Van Swaaningen.

Algunos especialistas consideran que Stanley Cohen y Michel Foucault también pueden ser identificados con el abolicionismo penal.

[16]​ Previo a ello también tuvo lugar la creación de KRUM en Suecia en 1965 y KRIM en Dinamarca en 1967, organizaciones abolicionistas en sus orígenes, pero meramente reformistas en su continuidad.

[19]​ El abolicionismo penal ha ganado terreno en América Latina durante la última década, consolidándose como un enfoque crítico hacia los sistemas de justicia tradicionales.

[20]​ Este movimiento, que cuestiona la legitimidad del castigo penal y aboga por alternativas no punitivas, ha encontrado eco en diversos países de la región debido a las crecientes preocupaciones sobre la sobrepoblación carcelaria, la criminalización de la pobreza, y las profundas desigualdades sociales.