Un ablegado (en latín, ablegatus) era un tipo de enviado por un Papa a un soberano con una misión temporal y concreta.
Normalmente era el encargado de portar al soberano algún objeto bendecido.
Desde los siglos XII y XIII papas comenzaron la costumbre de enviar ciertos objetos bendecidos a soberanos, caudillos militares o príncipes para agradecer su adhesión a la Iglesia.
Tras el Concilio Vaticano II no se nombraron más ablegados.
[2] Según el objeto del que fueran portadores, existían dos tipos: En contadas excepciones se nombraron ablegados a seglares, teniendo estos el derecho a llevar traje de prelado en el desarrollo de sus funciones como ablegado.