A partir del tercer día, las larvas se alimentan con una mezcla de polen y miel (pan de abeja) durante otros tres días más, y después se opercula la celdilla para que sufran la metamorfosis.Los insectos en su fase adulta tienen una vida corta, que se limita a una determinada época del año, generalmente a la primavera y el verano; viven sesenta y cinco días de promedio.En otoño e invierno las obreras viven de noventa a ciento veinte días.Estas secuencias no son seguidas por todas las abejas, así como las hay que llegan a pecoreadoras sin haber realizado las actividades anteriores.Algunas, parecen madurar prematuramente, al igual que otras pueden, en determinadas condiciones, rejuvenecer.En las patas posteriores, poseen una modificación denominada corbícula (cestilla) que les permite transportar el polen y el propóleo (resina de las plantas).El aguijón se debe quitar raspando con un objeto afilado (navaja) ya que si lo hacemos con los dedos, introduciremos todo el veneno al apretarlo.Esto equivale a decir que aumenta la productividad y se conoce como un principio de sinergia.
Larvas de obreras operculadas, después del noveno día.