Así, nació en Marruecos un movimiento de resistencia armada que tendría un importante papel en la lucha por las independencias y del cual formó parte Abderramán Yusufi.
Una vez Marruecos fue independiente y con Mohamed V como monarca, las discrepancias sobre como gobernar y hacer política surgieron en el famoso partido Istiqlal, el partido nacionalista de corte conservador más importante de aquel momento.
Estos planteamientos tan liberales no estuvieron en ningún momento exentos de polémica, sino que supusieron que Abderráhman Yusufi, siendo redactor jefe del diario At Tahrir (liberación),[5] fuese encarcelado junto con el director del medio por el simple hecho de publicar un editorial que fue considerado injurioso con el rey.
La UNFP verá con recelo esta subida al trono y pondrá como cláusula necesaria para acercarse a la monarquía la elección de una Asamblea Constituyente, algo que Hassan II rechazará totalmente.
Sin embargo, el actual monarca va a eliminar cualquier rastro de la buena relación que Mohamed V había intentado establecer con las izquierdas.
En este contexto, Hassan II se ve obligado a cumplir con lo que su padre había prometido años atrás, la instauración de la Constitución.
Él y otros 5.000 miembros del partido fueron arrestados tras ser acusados de haber boicoteado las elecciones.
Así fue como Yusufi decidió viajar a la capital francesa, emprendiendo un exilio que duraría más de 15 años.
Durante estos años, la izquierda marroquí no pasaba por un buen momento ya que sus líderes más representativos como Yusufi estaban en el exilio, otros habían muerto y otros aceptaban ya las reglas del juego y el poder cada vez más autoritario de la monarquía marroquí.
Todo esto, llevó a una serie de manifestaciones que, otra vez conllevarían una represión importante.
A todo ello, se sumaba una gran falta de voluntad política por cambiar las cosas.
Durante estos años combinó su gran actividad política nacional junto con un activismo internacional en el que defendía en gran medida la causa palestina y la creación de un organismo que fuera capaz de instaurar la paz en Oriente Medio.
Las elecciones legislativas se celebraron en 1993 y en ellas, los partidos de la Koutla obtuvieron una mayoría importante.
Sin embargo, nada importaba ya que el único objetivo del monarca era llevar a cabo ese periodo o gobierno de alternancia.
Según su punto de vista, todos estos cambios eran necesarios para terminar con el estancamiento político del país.
Debido a esto, basó su trabajo en el ámbito económico, aumentando las relaciones con países europeos sobre todo con Francia y España.
[14] Sin embargo, aunque parecía que de verdad se estaba llevando a cabo una transición y reforma, únicamente se obedecía a los intereses de una monarquía que seguía teniendo el poder absoluto.
La muerte de Hassán II supuso un gran acontecimiento para la sociedad marroquí pero, se acogió también con euforia al sucesor Mohamed VI, quien seguiría sin ninguna diferencia, el camino que había iniciado su padre.
[15] Los primeros años del reinado de Mohamed VI estuvieron marcados por una gran incertidumbre, ya que las mejoras esperadas por la sociedad no llegaban.
Pero Yusufi se mostraba muy positivo y basada el éxito de su gobierno en cuestiones económicas.
En ellas, la USFP obtuvo la mayoría relativa que ya habían conseguido en las elecciones celebradas en 1997 aunque perdió una gran cantidad de votos y cobró gran importancia el partido PJD, el partido islamista marroquí.
[11] Fue así como el monarca decidió sustituir a Yusufi como primer ministro y nombró en su lugar a Driss Jettou, un hombre que no formaba parte de ningún partido político pero, que ya había ocupado el cargo de ministro del interior anteriormente.