Abadía de Cadouin

En 1975 se hizo una nueva clasificación concerniente a los vestigios del claustro.

Al final del conflicto sólo quedaban en la abadía el superior y dos monjes, pero se pudo rehacer.

Luis XI, rey de Francia (1461-1483), le dio una cierta protección e incluso promovió la devoción del santo sudario.

A partir de 1516 la abadía pasó a estar regida por abades comendatarios (no residentes) y, como en tantos otros lugares, este hecho no favoreció nada la vida monástica.

En aquel momento todavía tenía seis monjes, los archivos fueron quemados y los bienes subastados.

En época de Prosper Mérimée se dan los primeros pasos, pero la obra no comienza hasta el 1892 y termina en 1945.

En 1642, el obispo Jean de Lingendes lo examinó, tras comprobar los documentos que hacen referencia y después proclamó su autenticidad.

El central tiene una sencilla portada de medio punto y un ventanal encima, del mismo estilo.

Más al sur, otro patio centra otras dependencias auxiliares.

La abadía de Cadouin.
Sala capitular.
Claustro de la abadía.