Vacuna de Oxford-AstraZeneca contra la COVID-19

El equipo estuvo dirigido por Sarah Gilbert, Adrian Hill, Andrew Pollard, Teresa Lambe, Sandy Douglas y Catherine Green.

[14]​[15]​ En 2002, el equipo fue galardonado con la medalla Copley «por desarrollar y desplegar rápidamente una vacuna COVID-19».

[18]​ Esta se administra en dos dosis de 0,5 mililitros inyectadas por vía intramuscular en la localización del músculo deltoides (situado en la parte superior del brazo), y que deberán aplicarse en un período de cuatro a tres semanas entre ellas.

La OMS recomienda que la segunda dosis sea administrada entre ocho y doce semanas para obtener la mayor eficacia.

[19]​ Los efectos secundarios más comunes en los ensayos clínicos fueron, en su gran mayoría, leves o moderados, y de duración transitoria, resolviéndose en unos pocos días tras la vacunación.

[22]​ Como ocurre con otras vacunas, se dan casos de anafilaxia y reacciones alérgicas, que deben ser supervisados en detalle.

AstraZeneca dijo que llevaría a cabo una prueba más en varios países utilizando la dosis más baja que había dado lugar a un porcentaje del 90%.

Además, AstraZeneca declaró igualmente que en el estudio no se halló relación entre un mayor riesgo de trombosis o eventos relacionados entre las 21 583 personas que recibieron al menos una dosis de la vacuna.

[27]​[28]​[29]​ Las conclusiones del estudio, sin embargo, fueron cuestionados al día siguiente en unas declaraciones de Anthony Fauci, principal experto en infermedades infecciosas en EE.

[34]​ Un estudio llevado a cabo por investigadores del Consorcio de Genómica COVID-19 del Reino Unido, el proyecto AMPHEUS y la Universidad de Oxford indicó que la vacuna posee una eficacia más reducida contra la enfermedad producida por la variante británica (B.1.1.7) del SARS-CoV-2, aunque afirmó que los infectados tenían una duración de los síntomas menor y una carga viral más baja, reduciendo por tanto el riesgo de transmisión.

[39]​ Este estudio sería posteriormente ampliado y publicado en la revista científica New England Journal of Medicine, afirmando que dos dosis de la vacuna proporcionan un 67% de eficacia en la protección ante la enfermedad sintomática producida por la variante.

[40]​ La vacuna Oxford-AstraZeneca contra la COVID-19 es una vacuna de vector viral que contiene un adenovirus de chimpancé ChAdOx1 modificado y deficiente en la replicación,[41]​ que contiene la secuencia completa que codifica la proteína de la espícula del SARS-CoV-2 junto con una secuencia líder del activador tisular del plasminógeno (tPA).

[48]​[49]​ Después de la vacunación, el sistema inmunitario reconocerá y neutralizará la proteína de espícula con anticuerpos y células T si el virus logra ingresa al cuerpo.

Llegado ese momento, AstraZeneca se asoció con IQVIA para acelerar los ensayos clínicos en Estados Unidos.

Si bien el ensayo se reanudó en el Reino Unido, Brasil, Sudáfrica, Japón e India, permaneció en pausa en los EE.

La autoridad sanitaria brasileña Anvisa anunció que el ensayo continuaría en Brasil.

Asimismo adelantó que la población vacunada sería evaluada posteriormente con el objetivo de reducir posibles riesgos.

[73]​ España anunció ese mismo día que retomaría la vacunación tras el aval de la Agencia.

[74]​ Italia, Francia (que solo la administraría a mayores de 55 años),[75]​ Alemania y varios otros países europeos lo harían a partir del viernes 19 de marzo, Portugal, Países Bajos y España lo harían la semana siguiente.

Vial de la vacuna de Oxford-AstraZeneca elaborado en India , donde se comercializa con el nombre de Covishield
Países que han aprobado la vacuna de Oxford-AstraZeneca.