[5] La hipótesis más aceptada es que el evento original dejó un magnetar de rápida rotación como remanente, que aporta energía adicional al gas en expansión fruto de la supernova.
[2] Los expertos coinciden en que permanecerá brillando varios años más.
[2] El evento ha sido categorizado como una supernova superluminosa, descubiertas a finales del siglo xx y cuya magnitud supera entre dos y tres veces a la de las supernovas más comunes, las de tipo Ia.
Las medidas adicionales del espectro y la distancia a la que se encontraba la fuente lumínica les permitió calcular su luminosidad, y certificar que se trataba de la supernova más potente jamás detectada.
[15] A medida que perdió velocidad fue expulsando vientos altamente magnetizados que calentaron el gas en expansión fruto de la supernova e incrementaron la intensidad del brillo.
Sin embargo, para conseguir una luminosidad tan elevada, su rotación tendría que haber sido de mil revoluciones por segundo, y los campos magnéticos generados entre diez y cien billones de veces más intensos que los de la Tierra.
Estas cifras se encuentran muy por encima del límite superior admitido por el modelo.
[2] En tal caso, habría creado inmensas cantidades de metales pesados y radiactivos que serían fácilmente detectables por los expertos en un futuro cercano.