También se podía anular su movilidad impactando en partes expuestas de las cadenas, logrando el efecto deseado sin penetrar el casco.
~1/2 la granada M67, ~1/8 para el proyectil HE del KwK 40, el cual tiene demasiado relleno para resistir el impacto tras ser disparado desde un cañón).
Estos eran una forma mucho más brutal de APHE para la tripulación del vehículo enemigo, como aquellos utilizado por el SU-152 y Kv-2.
Los APHE, generalmente de menor calibre y con explosivo insuficiente para lograr un fragmentación efectiva, pero con capacidad penetrante y alta velocidad como principal ventaja (al igual que los AP), veían reducida su energía post-penetración debido a la menor densidad causada por reemplazar parte de la masa de acero por el explosivo, mucho más ligero.
[1][2] Basándose en esto se desarrolló un nuevo tipo de proyectil designado APC (antiblindaje con capa).
[5] Los únicos proyectiles APHE todavía en uso son aquellos con verdadero poder fragmentario, perdiendo capacidad penetrante, por lo que se les llama «semi-anti-blindaje».
La munición APHE con menor carga explosiva (con penetraciones cercanas a la munición AP) cayó en desuso rápidamente tras la 2.ª Guerra Mundial debido a su inferior capacidad penetrante y perdida de energía post-penetración.
La forma de evitar la penetración por APC es aumentar el espesor del blindaje, sin embargo resulta impráctico por el sobrepeso que conlleva al tanque.