[3] Esta iniciativa subraya el reconocimiento de la gran diversidad de las culturas del mundo y los vínculos que las unen, consolidando la importancia del diálogo intercultural como herramienta para la paz y el desarrollo sostenible.
[4] Su celebración se centró en promover el entendimiento, la cooperación y la paz mediante el respeto a la diversidad cultural y el fomento del diálogo intercultural.
En colaboración con Estados miembros y diversas organizaciones, se planificaron cerca de 300 actividades que incluyeron exposiciones, ferias, festivales y debates públicos en museos y galerías, así como la utilización de tecnologías digitales para fortalecer la diversidad lingüística.
[3] Además, la UNESCO fortaleció el acceso a la educación formal e informal, enfocándose en temas de derechos humanos, diversidad cultural y género, con iniciativas que promovieron la colaboración entre universidades en el ámbito Sur-Sur y Norte-Sur.
Para asegurar la visibilidad del Año y maximizar su impacto, la UNESCO colaboró estrechamente con sus Comisiones Nacionales, organizaciones intergubernamentales, líderes culturales, religiosos, y representantes de los medios de comunicación.