Los protagonistas de 13 asesinos son Kōji Yakusho, Takayuki Yamada, Sōsuke Takaoka, Hiroki Matsukata, Kazuki Namioka y Gorō Inagaki, entre otros.
El señor Doi Toshitsura, la Justicia del Shogun, se da cuenta de que la situación se intensificará después de que Naritsugu ascienda a una posición política más alta.
También solicitan la ayuda de Makino, un señor menor cuya nuera fue violada y su hijo asesinado por Naritsugu.
La ciudad se convierte en un elaborado laberinto de trampas explosivas y fortificaciones camufladas.
Cuando Naritsugu y su séquito llegan, sus números se han incrementado con tropas adicionales.
Con desprecio, Naritsugu anuncia que tanto la gente como los samuráis tienen un solo propósito: servir a sus señores.
Shinzaemon replica diciendo a Naritsugu que los señores no pueden vivir sin el apoyo de la gente y que, si un señor abusa de su poder, la gente siempre se levantará contra él.
Naritsugu y Shinzaemon se clavan sus katanas mortalmente el uno al otro.
Mientras el señor se arrastra en el barro llorando y experimentando miedo y dolor por primera vez, le agradece a Shinzaemon por mostrarle la emoción del combate, antes de que Shinzaemon le corte la cabeza.
Después de que muriera Shinzaemon, Shinrokurō vaga por la matanza producida.
Veintitrés años más tarde, el Shogunato Tokugawa sería derrocado con la Restauración Meiji.
Nakazawa había trabajado previamente con el director Takashi Miike en The Bird People in China y Andromedia (ambas de 1998), Yakuza Demon (2003) y Sukiyaki Western Django (2007).
Además, buscó actores más jóvenes para interpretar a los asesinos, en particular Sousuke Takaoka y Takayuki Yamada, con quien Miike había trabajado en sus dos películas, Crows Zero (2007) y su secuela Crows Zero II (2009).
[16] En una entrevista por separado, sin embargo, Miike dijo que igual se usó el CGI, aunque en mínimos niveles.
[14] Según se informa, más de la mitad de los trece actores que interpretan a los asesinos carecían de experiencia en peleas de espadas y cabalgatas,[11] y Miike quería especialmente que fuera así, explicando que: "Si los actores hubieran sido hábiles desde el principio y hubiesen participado en varias películas de samuráis anteriormente, la forma en que se acercaron a la acción hubiera sido diferente, probablemente hubieran terminado siendo algo que estaban haciendo para lucir bien o salir lindos, hasta para caer en las trampas de la forma estereotipada que tenían".
A. Musetto del New York Post opinó que la película era un guiño a las películas Los siete samuráis (1954) y Ran (1985) de Akira Kurosawa, habiéndose referido a su clímax como "una obra maestra aceleradora de pulso que agradaría al poderoso Kurosawa".
Algunos de los extras japoneses fueron incluidos en otras ediciones lanzadas, en DVD[37]y Blu-ray,[38]en otros países.
[41]La versión en DVD fue el duodécimo mejor en su primera semana de disponibilidad en los Estados Unidos, vendiendo 41.593 copias.