Sin embargo, su órbita no se interseca con la de la Tierra debido a que está en otro plano orbital.
Inicialmente se estimó que podría recoger más de 60 gramos.
Cuando se lo seleccionó para ser destino de la sonda espacial, la Sociedad Planetaria llamó a un concurso para ponerle un nombre.
El concurso lo ganó un niño de nueve años, que sugirió el nombre Bennu, por un pájaro asociado con el dios egipcio Osiris.
Pequeños guijarros son despedidos del asteroide, desde el ecuador, regresando a la superficie, pero algunos quedándose en órbita.