Es un programa conjunto entre la NASA, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y el Laboratorio Lincoln del MIT.
El observatorio principal se encuentra en Nuevo México, en el desierto, alejado de todo núcleo urbano, lo que le permite vigilar el espacio sin molestas luces procedentes de las ciudades (Contaminación lumínica).
Entre la plantilla se encuentran astrónomos, geólogos, militares, matemáticos e ingenieros.
Se calcula que se han detectado cerca del 60 % de los asteroides cercanos a la Tierra, y que ninguno es peligroso para la Tierra.
A principios de los 80 se construyó el primer prototipo funcional.