Íñigo Manrique de Lara (obispo de Córdoba)

En 1468, actuando como canónigo en Palencia, alcanzó un beneficio curado en la diócesis de Coria, siendo su tío obispo de la diócesis e insistiendo al Cabildo para que le dieran dicho privilegio.Unos años más tarde alcanzó el grado de arcediano de Galisteo y en 1474 Isabel I de Castilla le nombró capellán real y más tarde protonotario.En este primer cargo episcopal fue mandado como embajador por los Reyes Católicos a Portugal para confirmar las noticias de la muerte o prisión del duque de Viseo, primo hermano de Isabel I.Los monarcas le recompensaron un año más tarde con el obispado de Córdoba, para lo cual pidieron solicitud al Papa Inocencio VIII, aunque Íñigo Manrique no ocupó dicho puesto hasta comienzos de 1486.[5]​ En 1493 los monarcas le solicitaron que volviera a incorporarse al Consejo Real y residiera en Valladolid mientras Isabel y Fernando se hallaban en la Corona de Aragón.
Cruz procesional del obispo ubicada en el Tesoro de la Mezquita-catedral de Córdoba .
La tumba de Íñigo Manrique en bronce negro justo en el centro, bajo el crucifijo, en la capilla de Villaviciosa de la Mezquita-catedral de Córdoba .