Pero por miedo al ministerio sacerdotal decidió retirarse y regresar a su pueblo.
Fage fue nombrada la primera superiora del instituto, sin embargo, Pernet fue quien ejerció el gobierno hasta su muerte.
Por ser sacerdote fue arrestado por los comuneros y se salvó del fusilamiento gracias a un amigo militar.
Consiguió la aprobación pontificia en 1897 de parte del papa León XIII.
Según el proceso en la Iglesia católica, se espera a un milagro obrado por su intercesión para ser declarado beato.