Da un marco crítico para considerar los asuntos morales sobre la privacidad informacional, la agencia moral (por ejemplo, si los agentes artificiales pueden ser morales), nuevos asuntos medioambientales (especialmente como los agentes deberían comportarse en la infoesfera), problemas que surgen del ciclo vital (creación, colección, grabación, distribución, procedimiento, etc.) de información (especialmente la propiedad y copyright, la brecha digital).
Según Moore (2005) la ética informática se define como la disciplina que identifica, analiza la naturaleza y el impacto social de las tecnologías de la información y la comunicación en los valores humanos y sociales; estos son: salud, riqueza, trabajo, libertad, privacidad, seguridad o la autorrealización personal, democracia, conocimiento, entre otros.
En términos generales, la infoética examina los asuntos relacionados con la propiedad, el acceso, la privacidad, la seguridad y la comunidad.
La informática afecta a los derechos fundamentales que involucran la protección de copyright, la libertad intelectual, la contabilidad y la seguridad.
La consideraciones en cuanto a la infoética influencian "las decisiones personales, la práctica profesional y la política pública".
[2] Por lo tanto, el análisis ético debe proveer una base para tomar en consideración "muchos y varios dominios" en cuanto a como se distribuye la información.
La principal preocupación moral aquí es que cuando se recolecta, almacena y/o accede a información sea hecho de una manera en donde cualquiera pueda observar que se hace de manera justa e igualmente beneficiosa para todas las partes involucradas.
¿Si las personas no tienen control sobre estos procesos acerca de su información, entonces como pueden exigir su derecho a la privacidad?
Las víctimas de tales crímenes pueden tener sus vidas arruinadas mientras intentan reconstruir su credibilidad financiera y cuentas bancarias.
Pero al mismo tiempo quieren que esta información les sea confiable, segura y estable.