Teócrito había nacido en Siracusa (Sicilia), hacia 310 a. C. y había marchado en torno a 275 a. C. a Alejandría, que Ptolomeo II Filadelfo estaba convirtiendo en un centro fundamental de cultura y arte.A la hora de preparar la publicación, Virgilio reordenó el material con criterios puramente estéticos.En muchos casos bajo el vestuario rústico se encubren personajes reales de Roma: escritores y políticos que nada podrían hacer en el campo, salvo recitar y cantar a la sombra del haya copuda junto al frescor del arroyo.Además del tema amoroso, aparecen, aunque solo sea como elementos para la puesta en situación, los tópicos relacionados con la actividad pastoril: las cabras, el ordeño, el queso; en fin, todo aquello que representa la riqueza de los pastores.La forma de construcción poética puede ser muy diversa: sirve el diálogo pastoril (I, IX), el debate poético entre pastores o canto amebeo (III, VII y, en cierto modo, V), el epilio, que se emplea para los temas mitológicos (IV, VI), incluso la epístola poética que sirve de introducción a otras formas de construcción (VI).Ya hemos ido señalando las principales fuentes que utiliza Virgilio para la composición de sus Bucólicas.Constituyen un universo exclusivamente poético en el que lo más importante es la consecución de la belleza formal.Va dedicada a los Reyes Católicos, presenta dos prólogos y un «argumento» que precede a cada una de las diez églogas, con la clave interpretativa del contenido pastoril que se explica como alegoría política, en general.[2] La traducción vivifica y da frescura al texto, pero lo convierte en obra más dramática que lírica.