Se inició en el mundo de la pintura montando una galería donde exponía a sus amigos pintores y frecuentaba a François-Auguste Ravier y al gran pintor holandés Johan Barthold Jongkind que entonces descubrió el Delfinado.
Luego se dedicó a su carrera de pintor que combinó con su práctica del alpinismo que le permitió pintar in situ las cumbres del Delfinado y los otros Alpes.
[1] Además de su pintura sobre lienzo, pintó grandes decoraciones murales para edificios públicos u hoteles.
Édouard Brun dejó una abundante obra asociando diferentes géneros: pintura al óleo, acuarelas, pasteles y aguadas con tinta china.
Algunas de sus acuarelas están reproducidas en La Chaîne du Mont-Blanc por Henry Brégeault.